Ubicada en lo alto de una colina en la costa sur de Menorca, esta villa reformada en 2024-25 es todo menos una casa convencional. Con el mar justo en frente y acceso privado directo a la playa, cada rincón está diseñado para aprovechar al máximo su entorno privilegiado.
Tras la reforma, su arquitectura y trabajo de interiorismo combinan el estilo mediterráneo con toques minimalistas y Art Decó, fusionando formas orgánicas, materiales naturales y un diseño que respira calma y exclusividad. No importa si estás en los espacios exteriores—las terrazas, las distintas zonas chill-out, los porches cubiertos—o en el interior, desde el salón, la cocina o los dormitorios: las vistas al mar son siempre protagonistas.
Con 296 m² construidos sobre una parcela de 813 m², la casa se distribuye en dos niveles y cuenta con tres dormitorios y cuatro baños. En el exterior, las terrazas se despliegan en distintos niveles, aprovechando al máximo la orientación y las vistas. Una gran piscina, un bar exterior, barbacoa, porches cubiertos y varias zonas de descanso hacen que no le falte de nada para disfrutar del Mediterráneo a cualquier hora del día.
El diseño cuida cada detalle. Nichos en las paredes, bancos de obra integrados, muebles de madera y concreto, combinados con telas naturales, crean un ambiente cálido y envolvente. La cocina, de inspiración ibicenca y equipada con tecnología de última generación, mantiene las mismas formas orgánicas que recorren toda la casa, integrándose a la perfección con el resto de los espacios.
Además, la propiedad cuenta con licencia turística, lo que la convierte en una oportunidad única no solo para disfrutarla, sino también para rentabilizarla a través de alquileres exclusivos.
Pocas propiedades logran esta combinación de diseño único, ubicación privilegiada y conexión con el entorno, mientras ofrecen una gran oportunidad de inversión y rentabilidad.
Es una casa que, sin duda, merece ser vista en persona para apreciar cada detalle.
Contáctanos para más información o para organizar una visita y descubrirla por ti mismo. Estamos seguros de que no te dejará indiferente.
Tras la reforma, su arquitectura y trabajo de interiorismo combinan el estilo mediterráneo con toques minimalistas y Art Decó, fusionando formas orgánicas, materiales naturales y un diseño que respira calma y exclusividad. No importa si estás en los espacios exteriores—las terrazas, las distintas zonas chill-out, los porches cubiertos—o en el interior, desde el salón, la cocina o los dormitorios: las vistas al mar son siempre protagonistas.
Con 296 m² construidos sobre una parcela de 813 m², la casa se distribuye en dos niveles y cuenta con tres dormitorios y cuatro baños. En el exterior, las terrazas se despliegan en distintos niveles, aprovechando al máximo la orientación y las vistas. Una gran piscina, un bar exterior, barbacoa, porches cubiertos y varias zonas de descanso hacen que no le falte de nada para disfrutar del Mediterráneo a cualquier hora del día.
El diseño cuida cada detalle. Nichos en las paredes, bancos de obra integrados, muebles de madera y concreto, combinados con telas naturales, crean un ambiente cálido y envolvente. La cocina, de inspiración ibicenca y equipada con tecnología de última generación, mantiene las mismas formas orgánicas que recorren toda la casa, integrándose a la perfección con el resto de los espacios.
Además, la propiedad cuenta con licencia turística, lo que la convierte en una oportunidad única no solo para disfrutarla, sino también para rentabilizarla a través de alquileres exclusivos.
Pocas propiedades logran esta combinación de diseño único, ubicación privilegiada y conexión con el entorno, mientras ofrecen una gran oportunidad de inversión y rentabilidad.
Es una casa que, sin duda, merece ser vista en persona para apreciar cada detalle.
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