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Se trata de una casa completa distribuida en 3 plantas más un sótano abovedado, una terraza con lucernario, desde donde se vigilaba el puerto antiguamente y un amplio patio con barbacoa que inunda de luz toda la vivienda.
La casa se ha reformado con muy buen gusto y sin que haya perdido un ápice de su espíritu original.
Nos recibe un elegante recibidor con arcos germinados que dan paso a una escalera de hierro forjado que forma el epicentro de la casa y que recibe un baño de luz a través del lucernario que corona la casa. En la planta baja destaca una bonita cocina y un amplio comedor con cristaleras policromadas que conectan con el patio. A continuación viene un distinguido salón con chimenea, 5 habitaciones amplias, 4 cuartos de baños y un aseo.
Tampoco faltan elementos de confort como el aire acondicionado.
Llaman la atención numerosos detalles de acabados y carpintería clásica de influencia británica muy típica de las casas señoriales de Mahón de principios del siglo XX.

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